TAKE ACTION. Join organizations around the world, signing on and demanding that congress investigate U.S. complicity in the rise of a Narco-State in Honduras following the 2009 Coup D'Etat.

Únase a organizaciones de todo el mundo, firmando y exigiendo que el Congreso investigue la complicidad de Estados Unidos en el surgimiento de un narco-estado en Honduras después del golpe de Estado de 2009.

In 2009, the United States played a critical role in legitimizing the military-backed coup d’etat in Honduras by recognizing the immediate post-coup government despite widespread protest by the Honduran people and the international community. For the 12 years that followed, the United States economically and diplomatically supported subsequent post-coup governments in Honduras despite allegations of widespread human rights abuses, electoral frauds, major corruption scandals, and allegations of state-sponsored narco-trafficking.

En 2009, Estados Unidos jugó un papel crítico en la legitimación del golpe de Estado respaldado por militares en Honduras al reconocer el gobierno inmediatamente posterior al golpe a pesar de las protestas generalizadas del pueblo hondureño y la comunidad internacional. Durante los 12 años siguientes, Estados Unidos apoyó económica y diplomáticamente a los gobiernos posteriores al golpe de Estado en Honduras a pesar de las denuncias de abusos generalizados de los derechos humanos, fraudes electorales, grandes escándalos de corrupción y denuncias de narcotráfico patrocinado por el estado.

In 2022, former Honduran President Juan Orlando Hernández was arrested and extradited to the United States, accused of using the Honduran military and police to traffic drugs to the United States from 2004 until the end of his eight year presidency. However, the U.S. doesn’t acknowledge that it used hundreds of millions of dollars in public funds to prop up a narco-regime in Honduras. This egregious misuse of our tax dollars came at the great expense of the Honduran people, hundreds of thousands of which have been forced to flee the country, which today remains heavily impacted by organized crime.

En 2022, el ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández fue arrestado y extraditado a Estados Unidos, acusado de usar a militares y policías hondureños para el tráfico de drogas a Estados Unidos desde 2004 hasta el final de sus ocho años de presidencia. Sin embargo, Estados Unidos no reconoce que utilizó cientos de millones de dólares en fondos públicos para apuntalar un narcorégimen en Honduras. Este atroz mal uso de nuestros impuestos se produjo a costa del pueblo hondureño, cientos de miles de los cuales se han visto obligados a huir del país, que hoy sigue siendo fuertemente impactado por el crimen organizado.

As organizations in solidarity with the Honduran people, we insist on accountability. We will be closely following the trial of former Honduran President Hernández in the Southern District of New York. Likewise, we demand that Congress lead an investigation to uncover the facts of U.S. support for the regime in Honduras, determine why, despite warnings and serious concerns of human rights abuses, corruption, and the growth of a narco-state, that the U.S. government did not immediately cease funding and technical assistance to Honduras.

Como organizaciones solidarias con el pueblo hondureño, insistimos en la rendición de cuentas. Seguiremos de cerca el juicio del ex presidente hondureño Hernández en el Distrito Sur de Nueva York. Del mismo modo, exigimos que el Congreso lidere una investigación para descubrir los hechos del apoyo de Estados Unidos al régimen en Honduras, determinar por qué, a pesar de las advertencias y serias preocupaciones de abusos de derechos humanos, corrupción y el crecimiento de un narcoestado, que el gobierno de Estados Unidos no cesó inmediatamente el financiamiento y la asistencia técnica a Honduras.