Dear Governor Newsom and Members of the California Legislature,

Domestic workers, including nannies, house cleaners, and home attendants are essential workers that provide critical care for families, older adults and people with disabilities. They deserve health, safety, and dignity at their workplace.

Throughout the pandemic, many have put their health and lives at risk, and consequently that of their own families, to continue to come to work. Domestic workers have gotten ill with COVID-19 or lost their lives from it because they were not provided adequate protective gear or worked in unsafe conditions. Many others have lost work almost entirely and have not been able to access relief.

California’s domestic workers are 75% immigrants and women of color, a population that has been among the hardest hit by the pandemic. Furthermore, many fall into additional categories of vulnerability including living with disabilities and chronic illness, are older adults, or lack access to healthcare.

The informality of the domestic work industry, without the protections guaranteed in most other workplaces, has made such labor dangerous. There are more than 2 million households that hire domestic workers in California, yet they are excluded from workplace health and safety standards that would protect both workers and employers from COVID-19.

Additionally, domestic workers face other dangers on the job, similar to workers in other sectors. Domestic workers are exposed to toxic cleaning chemicals that cause skin and eye irritation, respiratory problems, and more serious illnesses. Domestic workers get injured on the job when lifting clients or performing repetitive motions. Many experience both acute and chronic pain as a result. These sorts of injuries could be prevented with proper health and safety standards in place. And during wildfire season in California, domestic workers are asked to stay behind to fight fires, guard homes or pets, work in smoky conditions, and clean up toxic ash. Workers are further put at risk when employers fail to tell them that the homes they work in are under mandatory evacuation. Stories like these illustrate why OSHA laws were formed in the first place.

This year, domestic workers and employers are organizing to win Senate Bill 321: The Health and Safety for All Workers Act, to include domestic workers under the protections of California’s Division of Occupational Health and Safety (Cal/OSHA), while also providing safeguards for protecting the privacy of individual employers in the enforcement process. With The Health and Safety for All Workers Act, domestic workers would be entitled to basic safety protections on the job and domestic employers would be provided with needed guidance on how to keep their employees safe. A safer workplace for domestic workers means a safer home for their employers.

I support Senate Bill 321 to end the exclusion. All workers, including nannies, house cleaners, and home attendants, deserve health and safety.

As domestic workers, employers and allies, we call on you to pass SB 321!

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Estimado Gobernador Newsom y Miembros de la Legislatura de California:

Las trabajadoras del hogar, incluidas las niñeras, las trabajadoras de limpieza de casa y los asistentes de persona, son trabajadoras esenciales que brindan cuidado crítico a familias, adultos mayores y personas con discapacidades. Merecen salud, seguridad y dignidad en su lugar de trabajo.

A lo largo de la pandemia, muchos han puesto en riesgo su salud y su vida, y en consecuencia la de sus propias familias, para seguir yendo a trabajar. Las trabajadoras del hogar se han enfermado con COVID-19 o han perdido la vida debido a que no se les proporcionó el equipo de protección adecuado o trabajaron en condiciones inseguras. Muchos otros han perdido el trabajo casi por completo y no han podido acceder alivio.

Las trabajadoras del hogar de California son 75% mujeres inmigrantes de color, una población que ha estado entre las más afectadas por la pandemia. Además, muchos caen en categorías adicionales de vulnerabilidad que incluyen vivir con discapacidades y enfermedades crónicas, son adultos mayores o faltan de acceso a la atención médica.

La informalidad de la industria del trabajo del hogar, sin las protecciones garantizadas en la mayoría de los otros lugares de trabajo, ha hecho que dicho trabajo sea peligroso. Hay más de 2 millones de hogares que contratan trabajadoras del hogar en California, sin embargo, están excluidos de los estándares de salud y seguridad en el lugar de trabajo que protegerían tanto a los trabajadores como a los empleadores del COVID-19.

Además, las trabajadoras del hogar se enfrentan a otros peligros en el trabajo, similares a trabajadores de otros sectores. Las trabajadoras del hogar están expuestos a productos químicos de limpieza tóxicos que causan irritación de la piel
y los ojos, problemas respiratorios y otras enfermedades más graves. Las trabajadoras del hogar se lesionan en el trabajo cuando levantan a los clientes o realizan movimientos repetitivos. Muchos experimentan dolor agudo y crónico como resultado. Este tipo de lesiones se podrían prevenir con las normas de salud y seguridad adecuadas. Y durante la temporada de incendios forestales en California, se les pide a las trabajadoras del hogar que se queden atrás para combatir incendios, vigilar hogares o mascotas, trabajar en condiciones de humo y limpiar cenizas tóxicas. Las trabajadoras corren aún más peligro cuando los empleadores no les informan que las casas en las que trabajan están sometidas a evacuación obligatoria. Historias como estas ilustran por qué se formaron las leyes de OSHA en primer lugar.

Este año, las trabajadores del hogar y los empleadores se están organizando para ganar la Propuesta de Ley del Senado (SB) 321: La Ley de Salud y Seguridad para Todos los Trabajadores, para incluir a las trabajadoras del hogar bajo las protecciones de la División de Salud y Seguridad Ocupacional de California (Cal / OSHA), al mismo tiempo que brinda salvaguardas para proteger la privacidad de los empleadores individuales en el proceso de implementación. Con la Ley de Salud y Seguridad para Todos los Trabajadores, las trabajadoras del hogar tendrían derecho a protecciones básicas de seguridad en el trabajo y los empleadores del hogar recibirían la orientación necesaria sobre cómo mantener seguros a sus empleados. Un lugar de trabajo más seguro para las trabajadoras del hogar significa un hogar más seguro para sus empleadores.

Apoyo SB 321 para poner fin a la exclusión. Todos los trabajadores, incluidas las niñeras, las trabajadoras de limpieza de casa y las asistentes de persona, merecen salud y seguridad.

Como trabajadoras del hogar, empleadores y aliados, ¡les pedimos que aprueben la SB 321!