Tell the LA City Council: Protect LA’s Health & Safety over Big Oil’s Profits

LA City Council

As Los Angeles turns toward recovery after the devastating climate-fueled fires that destroyed homes and communities, it’s time to come together and seek environmental justice for the City we love. Tell the City Council: we must shut down LA’s oil wells as a promise to Angelenos that our health, our safety and our future matters more than the profits of oil companies and CEOs.

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The extreme wind and weather conditions fueling the intense wildfires are a result of climate change, caused by pollution from oil and gas extraction that warms our planet’s atmosphere and increases the dry conditions we have experienced this year. These devastating fires show that Big Oil’s pollution harms all of us: poisoning the air we share and driving climate change that generates floods and fires that destroy entire communities.

LA is home to around 2,000 oil wells that produce harmful fossil fuels. These oil wells are spread across the City and County–you may see them bobbing up and down in the Inglewood Oil Field near Kenneth Hahn State Park or along the Harbor Freeway. Communities living near these sites experience negative health impacts ranging from throat irritation, burning eyes, chronic headaches, and respiratory harm. The majority of oil wells are located in low-income Black and Latine communities like South Los Angeles and Wilmington, who bear the brunt of these harms for the benefit of wealthier and white communities. It is environmental injustice to allow oil companies to drill with impunity in low-income BIPOC communities where residents are facing  numerous environmental, social, and public health stressors.

As Iretha Warmsley, a leader with SCOPE put it: "When folks deal with nosebleeds, asthma, and cancer as a direct result of greedy billionaires drilling for oil in our community, it is continually putting profit over people. It's time to take a stand to stop oil drilling in our communities. Life is precious, and everyone deserves a higher quality of life. It is time for action to ensure our environment and public health are protected."

Oil drilling in LA cannot continue any longer. To protect our homes and communities, improve the air quality and health for communities living near oil wells, and move toward a just and clean energy future, we need to ensure our city’s recovery also means ending neighborhood oil drilling.  

Join STAND-L.A., a coalition of frontline communities and environmental justice groups working for over a decade to end oil drilling in LA, in demanding action.

Digámosle al Concejo Municipal de Los Ángeles: es hora de proteger la salud y la seguridad de Los Ángeles por encima de las ganancias de las grandes petroleras

Concejo Municipal de Los Ángeles

Mientras Los Ángeles se recupera de los devastadores incendios provocados por el cambio climático que destruyeron hogares y comunidades, es hora de unirnos y buscar la justicia medioambiental para la ciudad que amamos. Digámosle al Concejo Municipal: tenemos que cerrar los pozos petroleros de Los Ángeles como una promesa a las personas angelinas de que nuestra salud, nuestra seguridad y nuestro futuro importan más que las ganancias de las compañías petroleras y los directores ejecutivos.

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Las condiciones meteorológicas y de viento extremas que alimentan los intensos incendios forestales son consecuencia del cambio climático, provocado por la contaminación procedente de la extracción de petróleo y gas que calienta la atmósfera de nuestro planeta y aumenta las condiciones de sequía que hemos experimentado este año. Estos devastadores incendios demuestran que la contaminación de las grandes petroleras nos perjudica a todos: envenenando el aire que compartimos e impulsando un cambio climático que produce inundaciones e incendios que destruyen comunidades enteras.

En Los Ángeles hay unos 2,000 pozos petroleros que producen combustibles fósiles dañinos. Estos pozos de petróleo están esparcidos por toda la ciudad y el condado; es posible que los veamos moviéndose arriba y abajo en el yacimiento petrolero de Inglewood, cerca del parque estatal Kenneth Hahn, o a lo largo de la autopista Harbor Freeway. Las comunidades que viven cerca de estos lugares sufren efectos negativos para la salud que van desde irritación de garganta, ardor de ojos, dolores de cabeza crónicos y daños respiratorios. La mayoría de los pozos petroleros están situados en comunidades negras y latinas de bajos ingresos, como el sur de Los Ángeles y Wilmington, que cargan con la peor parte de estos daños en beneficio de comunidades más ricas y blancas. Es una injusticia medioambiental permitir que las petroleras perforen impunemente en comunidades de color de bajos ingresos donde las personas residentes se enfrentan a numerosos problemas medioambientales, sociales y de salud pública.

Como dijo Iretha Warmsley, líder en SCOPE: “Cuando la gente sufre hemorragias nasales, asma y cáncer como consecuencia directa de los avariciosos multimillonarios que perforan en busca de petróleo en nuestra comunidad, esto significa que el lucro está continuamente por encima de las personas. Es hora de luchar para detener las perforaciones petroleras en nuestras comunidades. La vida es algo muy valioso y todas las personas merecen una mejor calidad de vida. Llego el momento de tomar acciones que garanticen la protección de nuestro medio ambiente y de la salud pública.”

No podemos seguir con la perforación petrolera en Los Ángeles. Para proteger nuestros hogares y comunidades, mejorar la calidad del aire y la salud de las comunidades que viven cerca de los pozos de petróleo, y avanzar hacia un futuro energético justo y limpio, tenemos que garantizar que la recuperación de nuestra ciudad también significa poner fin a las perforaciones petroleras en los vecindarios.  

Unámonos a STAND-L.A., una coalición de comunidades de primera línea y grupos de justicia medioambiental que llevan más de una década trabajando para poner fin a las perforaciones petroleras en Los Ángeles, para exigir acción.

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Los Angeles, CA

To: LA City Council
From: [Your Name]

I am a Los Angeles resident urging you to quickly readopt the ordinance phasing out oil and gas drilling in our city. As we turn to recovery efforts from the devastating wildfires that have impacted so many LA residents, it has become clearer than ever that Big Oil’s pollution harms all of us: poisoning the air we share, harming our health, and driving climate-fueled disasters.

Ending oil drilling is a key part of the multi-pronged approach our city needs for a just and equitable recovery that protects all Angelenos. Stopping neighborhood drilling will improve the health and safety of Los Angeles residents, put us on the road to preventing future climate disasters, and promote environmental justice in LA.

In 2022, the City Council took bold action to phase out drilling within city limits, thanks to advocacy of Black and Latine frontline communities, who are disproportionately harmed by oil drilling, and environmental justice organizations. That effort was recently blocked by oil companies. But, we can’t let Big Oil prevent LA from building a healthier, safer future for all.

The Los Angeles City Council has the power to end the pollution and climate destruction of oil and gas companies in LA, thanks to AB 3233, signed into law by Governor Gavin Newsom in 2024. Now, the City Council must act quickly to readopt the ordinance to phase out oil drilling in Los Angeles’ neighborhoods and drive forward a just transition to clean energy.

For too long, Big Oil has been allowed to drill without regard for the harm they cause. Now, we’re all living with the damage they wreak on communities.

It is time for the City of LA to dismantle LA’s oil wells as a promise to Angelenos that our health, our safety and our future matters more than the profits of oil companies and CEOs.

Soy residente de Los Ángeles y les insto a readoptar sin demora la ordenanza que prohíbe progresivamente las perforaciones de petróleo y gas en nuestra ciudad. Ahora que nos estamos recuperando de los devastadores incendios forestales que han afectado a tantas personas residentes de Los Ángeles, está más claro que nunca que la contaminación de las grandes petroleras nos perjudica a todos: envenenando el aire que compartimos, perjudicando nuestra salud y provocando desastres climáticos.

Poner fin a las perforaciones petroleras es una parte clave del enfoque múltiple que nuestra ciudad necesita para una recuperación justa y equitativa que proteja a todas las personas de Los Ángeles. Poner fin a las perforaciones en los vecindarios mejorará la salud y la seguridad de las personas residentes de Los Ángeles, nos pondrá en el camino hacia la prevención de futuros desastres climáticos y promoverá la justicia medioambiental en LA.

En 2022, el Concejo Municipal tomó medidas audaces para eliminar gradualmente las perforaciones dentro de los límites de la ciudad, gracias a la abogacía de las comunidades negras y latinas de primera línea, que se ven desproporcionadamente perjudicadas por las perforaciones petroleras, y de las organizaciones de justicia ambiental. Las compañías petroleras han bloqueado recientemente esta iniciativa. Pero no podemos permitir que las grandes petroleras impidan que Los Ángeles construya un futuro más sano y seguro para todos.

El Concejo Municipal de Los Ángeles tiene el poder de poner fin a la contaminación y la destrucción climática de las empresas petroleras y de gas en LA, gracias al AB 3233, promulgado como ley por el gobernador Gavin Newsom en 2024. Ahora, el Concejo Municipal debe actuar rápidamente para readoptar la ordenanza para eliminar gradualmente las perforaciones petroleras en los vecindarios de Los Ángeles e impulsar una transición justa hacia la energía limpia.

Durante demasiado tiempo, se ha permitido a las grandes petroleras perforar sin importarles el daño que causan. Ahora, nuestras comunidades sufren los daños de sus perforaciones.

Es hora de que la ciudad de Los Ángeles cierre los pozos de petróleo como promesa a las personas angelinas de que nuestra salud, nuestra seguridad y nuestro futuro importan más que las ganancias de las compañías petroleras y sus directores ejecutivos.