El Festival de Eurovisión ha sido durante décadas un momento de encuentro y disfrute para el país diverso y abierto del que nos sentimos tan orgullosas.

Pero en esta edición de 2024, la Unión Europea de Radiodifusión ha conseguido que una parte importante de la audiencia habitual del certamen lo siga con decepción o incluso haya renunciado a verlo. El motivo es que la Unión ha aceptado la participación de Israel, en un momento en que sus ejércitos están exterminando al pueblo palestino y arrasando toda su región.

No contentos con ello, el pasado martes la Unión criticó a Eric Saade, artista sueco de origen palestino, por portar un pañuelo palestino que le regaló su padre para que nunca olvidara sus orígenes.

Eric Saade es uno más de los miles de europeos que se manifiestan cada semana para condenar el genocidio que el ejército de Israel está cometiendo en Gaza, donde la mitad de las 35.400 personas asesinadas por Israel son niños y niñas.

Es intolerable que cada vez que alguien alza la voz para exigir que se detenga esta masacre humana haya quienes protejan a los asesinos. Esta semana, el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, ha escrito por carta a empresas españolas que comercian con Israel para recordarles que están obligadas a revisar su actividad para garantizar que no atentan contra los derechos humanos ni contribuyen al genocidio. Sin embargo, algunos ministerios del Gobierno se han desmarcado de esta petición tan básica, por no hablar de los portavoces de los grandes poderes empresariales en los medios de comunicación o la mismísima embajada de Israel, que han criticado al ministro Bustinduy por pedir responsabilidad a las empresas españolas en la detención de esta tragedia humana.

En Sumar, nos unimos a las protestas que toda Europa está protagonizando para poner fin a esta vergüenza internacional, desde los estudiantes de las universidades a Eric Saade.

Te pedimos apoyo HOY para que este sábado Israel no actúe en la final de Eurovisión. ¡Firma la petición!