We are people of moral conscience who demand a policy agenda that centers the needs of the 8.2 million poor and low-income people. We believe that when we lift from the bottom, everyone in NY State will benefit. The failure to advance policies that uplift the poor has devastating impacts on poor people of every race, ethnicity, religion, region, age, sexual and gender orientation, and disability who have been suffering unjustly for far too long.

New York is the most unequal state in the nation. A 2023 Fiscal Policy Institute report[1] shows that ultra-rich New Yorkers (those worth more than $30 million) hold a staggering $6.7 trillion in wealth. Meanwhile 8.2 million New Yorkers are poor and low-income. This inequality costs too much and hurts too many in New York State: when wealth concentrates at the top, it depresses economic activity and has an outsized influence on government decision-makers.

Meanwhile, vital resources are kept from those who are abandoned in the midst of abundance. The health and well-being of the state depend on quickly and concretely addressing policy violence against those who suffer the effects of systemic racism, poverty, ecological devastation, militarism and the false narratives of religious nationalism.[2]

We call on you to:

- Refuse the politics of austerity: make no cuts to essential and life-saving services in our state.
- Prioritize the needs of poor and low-income New Yorkers, fully investing in healthcare, housing, education, and protecting the environment.
- Increase taxes on the wealthiest New Yorkers and corporations, making sure they pay their fair share.

We must center the needs of those impacted by poverty. We need a policy agenda that addresses the lives, struggles, agency and insights of the 8.2 million poor and low-income New Yorkers and our allies. We need policies that embody a politics of justice and truth that can defeat the politics of death, heal our state and nation and move us closer to genuine democracy.
[3]

A true justice agenda will be judged by its impact on the majority of New York’s residents who are poor and dispossessed -- especially people of color, LGBTQIA+, immigrants, the disabled, women, and children who are disproportionately impacted by policy failures.

Today we are calling on you to publicly recognize these crises in assessing the state of our state and to back that up with robust engagement as we create and implement the necessary solutions.

The New York State Poor People’s Campaign and the undersigned

[1] https://fiscalpolicy.org/wp-content/uploads/2022/11/Inequality-and-Tax-Reform_Final-1.pdf
[2] https://www.poorpeoplescampaign.org/about/our-demands/
[3] https://www.poorpeoplescampaign.org/wp-content/uploads/2022/10/Third-Reconstruction_long_9-15.pdf

::español::

Somos personas de conciencia moral que exigimos una agenda política que centre las necesidades de los 8.2 millones de personas pobres y de bajos ingresos. Creemos que cuando empecemos desde abajo, todos en el Estado de Nueva York se beneficiarán. El fracaso en promover políticas que mejoren las vidas de la gente pobre tiene impactos devastadores en los pobres de todas las razas, etnias, religiones, regiones, edades, orientaciones sexuales y de género y discapacidades, que han estado sufriendo injustamente durante demasiado tiempo.

Nueva York es el estado más desigual de la nación. Un informe del Instituto de Política Fiscal de 2023[1] muestra que los neoyorquinos ultraricos (aquellos que valen más de 30 millones de dólares) poseen la asombrosa riqueza de 6.7 trillones de dólares. Mientras tanto, 8.2 millones de neoyorquinos son pobres y de bajos ingresos. Esta desigualdad cuesta demasiado y perjudica a muchas personas en el estado de Nueva York: cuando la riqueza se concentra en la cima, deprime la actividad económica y tiene una enorme influencia sobre los tomadores de decisiones gubernamentales.

Mientras tanto, se privan de recursos vitales a quienes son abandonados en medio de la abundancia. La salud y el bienestar del Estado dependen de abordar rápida y concretamente la violencia política contra quienes sufren los efectos del racismo sistémico, la pobreza, la devastación ecológica, el militarismo y las falsas narrativas del nacionalismo religioso.[2]

La llamamos a que:

- Rechace la política de austeridad: no hacer recortes en los servicios esenciales y que salvan vidas en nuestro estado.
- Dé prioridad a las necesidades de los neoyorquinos pobres y de bajos ingresos, invirtiendo plenamente en atención médica, vivienda, educación y protección del medio ambiente.
- Aumente los impuestos a los neoyorquinos y las corporaciones más ricas, asegurándose de que paguen su parte justa.

Debemos centrar las necesidades de aquellos que son los más afectados por la pobreza. Necesitamos una agenda política que aborde las vidas, las luchas, la agencia y las ideas de los 8.2 millones de neoyorquinos pobres y de bajos ingresos y de nuestros aliados. Necesitamos políticas que reflejen una política de justicia y verdad que pueda derrotar la política de la muerte, sanar nuestro estado y nuestra nación y acercarnos a una democracia genuina.
[3]

Una verdadera agenda justa será juzgada por su impacto en la mayoría de los residentes de Nueva York que son pobres y desposeídos, especialmente las personas de color, LGBTQIA+, inmigrantes, discapacitados, mujeres y niños que se ven desproporcionadamente afectados por los fracasos de las políticas.

Hoy la exhortamos a que reconozca públicamente estas crisis al evaluar el estado de nuestro estado y que las respalden con un compromiso sólido a medida que creamos e implementamos las soluciones necesarias.

La Campaña de la Gente Pobre del Estado de Nueva York y los abajo firmantes