Estimados líderes del Congreso:

Estoy profundamente preocupado/a por los ataques a nuestro clima, aire limpio y agua. La crisis climática ya está causando un clima más extremo, con consecuencias devastadoras para comunidades como la mía en todo el país. La ciencia apunta a efectos aún más catastróficos si no logramos controlar la contaminación.

Por eso apoyamos firmemente las políticas climáticas y de salud, desde reducir la contaminación peligrosa hasta acelerar la transición del país a la energía limpia. Estas políticas impulsan la economía, crean empleos e invierten en las comunidades locales.

¡Este no es el momento de ignorar el problema!

Si el presidente Trump se une a los grandes contaminadores para atacar las soluciones climáticas, ¡necesitamos que defienda con firmeza el clima! Anular estas políticas climáticas tan populares comprometerá la salud y la seguridad de nuestras comunidades, perjudicará la economía, nos hará más vulnerables a fenómenos meteorológicos extremos cada vez más intensos y frecuentes, y pondrá en peligro la capacidad de nuestra nación para alcanzar nuestros objetivos climáticos.

Los costos humanos, económicos y de infraestructura de los fenómenos meteorológicos extremos son recordatorios lamentables del trabajo urgente que aún se necesita para abordar la crisis climática. No podemos dar marcha atrás ahora. Nos negamos a permitir que los contaminadores y sus aliados definan nuestro futuro.

Nos mantenemos firmes en la defensa de nuestro clima y nos oponemos a cualquier ataque contra las políticas climáticas y de salud.