Petición al secretario del DOT, Pete Buttigieg, y al presidente Biden para que detengan el transporte de GNL por tren

secretario del DOT, Pete Buttigieg, y al presidente Biden

NTSB

Antecedentes:

El público peticiona al Departamento de Transporte (DOT) y al presidente Biden a fin de que revoquen la autorización para el transporte de gas natural licuado (GNL) en vagones por los ferrocarriles del país. A raíz de las inquietudes de salud y seguridad pública que suscita dicho procedimiento, en 2021 la Administración de Seguridad en Tuberías y Materiales Peligrosos (PHMSA) del DOT propuso una normativa federal (la “norma de suspensión” RIN 2137–AF55)[1] destinada a suspender la norma federal que emitió la administración Trump en 2020 que ponía fin a la prolongada prohibición que pesaba sobre el transporte de GNL por tren. Los comentarios del público y los informes técnicos que recibió la PHMSA durante el período para conocer la opinión pública ofrecen un respaldo amplio y contundente a la norma de suspensión y explican por qué la norma sobre GNL de la época de Trump pone en peligro a millones de estadounidenses. La petición insta a la PHMSA a que, en primer lugar, adopte de inmediato la norma de suspensión y, en segundo lugar, a que restablezca la prohibición permanente a través de una normativa federal. Por último, la petición insiste en que se deben rechazar los permisos especiales para transporte de GNL por tren, incluido el permiso especial DOT-SP 20534 para el proyecto de exportación de GNL vía Gibbstown/Wyalusing propuesto.[2]

Antes de la norma de Trump, en diciembre de 2019 se emitió un permiso especial (el DOT-SP 20534) para transportar GNL en vagones de Wyalusing (PA) a Gibbstown (NJ) rumbo a una terminal de exportaciones de GNL que se había propuesto instalar en el río Delaware. Ese permiso venció, pero la PHMSA actualmente está evaluando una aplicación para extenderlo. Este es el primer y único uso que se da en el país a los vagones cisterna DOT 113C120W para transportar GNL. Estos vagones se diseñaron hace 50 años y nunca se usaron para GNL. Además, es el único permiso que autoriza el transporte de volúmenes diarios de GNL por tren a lo largo de una gran distancia (aproximadamente 200 millas). Los trenes atraviesan muchas comunidades de personas de color y de bajos ingresos que ya están saturadas de injusticias ambientales, como Scranton, Wilkes Barre, Reading, Allentown y Filadelfia en Pensilvania, así como Camden, entre otros municipios del sur de Nueva Jersey.

El transporte de GNL en vagones presenta singulares peligros. Si se rompiera un contenedor (por ejemplo, en un descarrilamiento) el metano líquido superenfriado (-260 grados F) se liberaría en forma de una nube de vapor que sería entre 600 y 620 veces más grande que el volumen del líquido contenido, y causaría quemaduras por congelación, además de privar de oxígeno en el aire a quienes estuvieran en las proximidades, lo que podría ser mortal[3]. La nube de vapor puede trasladarse a millas de distancia con mucha rapidez. En la evaluación de impacto ambiental[4] que emitió la PHMSA en 2019, se describe que la respuesta ante la rotura de una cisterna criogénica por parte de los servicios de emergencias y las compañías de bomberos es muy difícil, y que se corre el riesgo de que se produzca una catástrofe debido a la gran posibilidad de que haya explosiones y grandes incendios. Si este gas altamente inflamable se prendiera fuego, se quemaría a una temperatura tan alta que no podría extinguirse y habría que dejar que se apagara solo, lo que requeriría evacuaciones de emergencia en un área de dos millas. Se puede producir una explosión similar a la de una bomba, conocida como BLEVE o explosión por la expansión del vapor de un líquido en ebullición, que tendría un impacto catastrófico. Estos peligros se amplifican en comunidades densamente pobladas donde una evacuación completa a gran velocidad resulta prácticamente imposible. Estos peligros para la seguridad pública son la base de la prohibición que pesó durante tanto tiempo sobre el transporte de GNL mediante vagones.

La Junta de Investigación sobre transporte (“TRB”) de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, la agencia encargada de llevar adelante la investigación sobre el transporte de GNL por tren, informa que no se han hecho “análisis cuantitativos de riesgos” y es necesario llevarlos a cabo, y que, antes de que tenga lugar cualquier actividad de transporte de GNL por tren, se debe poner en marcha una iniciativa de garantía de seguridad y una investigación más amplia sobre la seguridad que proporcionan los vagones que se propone usar (DOT-113C120W9.16). Está claro que no hay certeza de que agregar GNL a nuestros ferrocarriles sea seguro o esté justificado conforme a ninguna medida equitativa.

Con las recientes presiones para aumentar la exportación de GNL por tren debido a la crisis de Ucrania, ha aumentado la preocupación en las comunidades con respecto a que los deseos de la industria del gas y el petróleo estén por encima de la responsabilidad del Gobierno de proteger al público y reemplazar el sucio gas obtenido por fractura hidráulica por una energía verdaderamente limpia y renovable. La seguridad pública y la salud ambiental deben priorizarse.

El GNL es metano licuado. El metano es un gas de efecto invernadero (GEI) 86 veces más potente que el dióxido de carbono para calentar la atmósfera en un plazo de 20 años y 104 veces más potente en uno de 10 años, períodos en que los científicos dicen que debemos reducir las emisiones de GEI para abordar la crisis climática. Hay fugas y derrames de metano en cada fase del proceso de producción de GNL, que incluye el procesamiento, el almacenaje, el transporte, el transbordo y el uso. A la luz del alto potencial de calentamiento global que tiene el metano, la administración Biden ha prometido reducir drásticamente las emisiones de metano. Trasladar GNL por el ferrocarril, permitir la producción de GNL y aumentar la extracción de gas y su transporte son medidas que exacerbarán el cambio climático y nos harán retroceder en el camino a nuestras metas colectivas para evitar el calentamiento del planeta.

El transporte de GNL en vagones pone temerariamente al público en peligro y nos expone a catástrofes tales como el desastroso descarrilamiento del tren en East Palestine (Ohio) que tuvo lugar en febrero. Pasará algún tiempo hasta que se pueda calcular por completo el impacto en la salud pública y el medioambiente que tendrán los incendios inextinguibles y la liberación de cloruro de vinilo y otros productos químicos de alta toxicidad en el aire, el agua y la tierra. Sin embargo, el estado de emergencia resultante que requiere la evacuación de la comunidad, el fuego arrasador y las columnas de humo contaminado, los peces muertos y la exposición de la gente a contaminantes peligrosos dan testimonio de que sí se producen descarrilamientos de alto riesgo y de que las consecuencias pueden ser trágicas. No necesitamos agregar más materiales peligrosos inflamables a los peligros que nuestras comunidades y el medioambiente ya enfrentan con el transporte en tren de alto riesgo.


[1] Materiales peligrosos: Suspensión de las enmiendas al reglamento sobre materiales peligrosos (HMR) que autorizan el transporte de gas natural licuado por tren por parte de la Administración de Seguridad en Tuberías y Materiales Peligrosos, Registro Federal, 86 61,731 (8 de noviembre de 2021).

[2] Permiso especial DOT-SP 20534, Administración de Seguridad en Tuberías y Materiales Peligrosos del Departamento de Transporte (emitido el 5 de diciembre de 2019). https://www.phmsa.dot.gov/safe-transportation-energy-products/dot-20534-pdf

[3] Permiso especial SP 20534 para transportar GNL por tren en vagones cisterna DOT-113C120W. Evaluación final de impacto ambiental. Expediente N.º PHMSA-2019-0100. 5 de diciembre de 2019. Pág. 11.

To: secretario del DOT, Pete Buttigieg, y al presidente Biden
From: [Your Name]

Los que suscribimos apelamos al secretario del Departamento de Transporte de EE. UU., Pete Buttigieg, y al presidente Biden para que impidan el transporte de gas natural licuado (GNL) por tren a través de los ferrocarriles del país. A raíz de inquietudes sobre salud y seguridad públicas y riesgo ambiental, la Administración de Seguridad en Tuberías y Materiales Peligrosos (PHMSA) propone suspender el reglamento de la administración Trump que permitía el transporte de gas natural licuado (GNL) por tren en cualquier parte del país (la “norma de suspensión”). Tras finalizar el período para conocer la opinión pública en diciembre de 2021, ha habido numerosos retrasos para implementar la norma de suspensión. Destacamos el permiso especial de la PHMSA para transportar GNL en vagones que no cumplen los requisitos por comunidades de Pensilvania y Nueva Jersey, incluidas las zonas densamente pobladas de Reading, Allentown, Filadelfia (PA), Camden (NJ) y Gibbstown (NJ) con fines de exportación que venció en noviembre de 2021. La compañía ha solicitado una renovación; nosotros apelamos al DOT y la PHMSA para que denieguen el permiso especial. Exigimos que se finalice de inmediato la norma de suspensión, que se denieguen todos los permisos especiales y que se vuelva a prohibir por completo el transporte de GNL en tren a través de una normativa federal. Se debe proteger a nuestras comunidades de la amenaza que representa para su seguridad el transporte de GNL por tren.

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1 Materiales peligrosos: Suspensión de las enmiendas al reglamento sobre materiales peligrosos (HMR) que autorizan el transporte de gas natural licuado por tren por parte de la Administración de Seguridad en Tuberías y Materiales Peligrosos, Registro Federal, 86 61,731 (8 de noviembre de 2021).

2 Permiso especial DOT-SP 20534, Administración de Seguridad en Tuberías y Materiales Peligrosos del Departamento de Transporte (emitido el 5 de diciembre de 2019). https://www.phmsa.dot.gov/safe-transportation-energy-products/dot-20534-pdf