¿Por qué estamos pagando, con nuestros impuestos, nuestra salud, nuestras vidas y nuestro planeta, para sostener una de las industrias más mortíferas del mundo?

¿Por qué nuestros gobiernos se ven obligados a pagar miles de millones de dólares para abordar los impactos de la epidemia del tabaquismo, desviando recursos que podrían usarse en servicios esenciales como educación, seguridad alimentaria y vivienda? ¿Por qué las personas, en particular las comunidades negras, las personas de color, los jóvenes y las comunidades del Sur Global, que son los principales objetivos de la industria tabacalera, se ven obligadas a pagar por los daños que causan las corporaciones para enriquecer a sus accionistas del Norte Global?

La respuesta corta es: el poder político y económico de las grandes tabacaleras.

Los productos del tabaco matan a 8 millones de personas cada año [1], mientras que casi 150,000 jóvenes se vuelven adictos cada año [2]. Esto es asombroso y desgarrador. Cada año, se pierden 8 millones de padres, hermanos, amigos y seres queridos debido a una epidemia totalmente prevenible. Y cada año, la industria tabacalera vuelve adicta a toda una nueva generación, muchos de los cuales se enfermarán o morirán en las próximas décadas.

Esto también tiene un impacto económico severo [3]: US$1.85 miles de millones, incluidos los costos de atención de la salud y la pérdida de productividad. Esto equivale al 1.8% del producto interno bruto anual mundial. Casi el 40% de estos costos ocurren en el Sur Global. Y no se trata solo de los costos de atención de la salud. También hay impactos y costos ambientales. Por ejemplo [4], cada año se desechan alrededor de 4.5 mil millones de colillas de cigarrillos, lo que las convierte en el elemento que más basura arroja en la Tierra, y la producción anual de tabaco emite y utiliza más de 80 millones de toneladas de CO2 equivalente. Las personas y los gobiernos se ven obligados a pagar los costos de la contaminación de la industria tabacalera.

No podemos permitir que esta industria mortal destruya vidas y dañe el planeta al servicio de sus ganancias. Y no podemos permitir que esta industria continúe con sus intentos de décadas de engañar al público, más recientemente con sus afirmaciones falsas [5] de "reducción de daños" y un "futuro libre de humo", incluso mientras continúa promoviendo los cigarrillos entre los jóvenes. Es hora de armarse de valor para hacer que la industria tabacalera pague por los daños que causa. En verdad, no podemos darnos el lujo de NO hacerlo.

La responsabilidad es una forma comprobada y factible en la que los gobiernos pueden desbloquear miles de millones de dólares para costos de atención médica, terminar con el abuso corporativo y brindar justicia a quienes han sido perjudicados por las grandes tabacaleras. El Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS (CMCT de la OMS), el tratado mundial sobre el tabaco, reconoce explícitamente el potencial de la responsabilidad entre sus disposiciones. Es por eso que existe un movimiento creciente para hacer que esta industria mortal pague, utilizando herramientas disponibles para los gobiernos y la sociedad civil de todo el mundo.

Los Gobiernos pueden tomar medidas hoy para que las empresas tabacaleras asuman su responsabilidad, tanto a escala internacional como nacional. Nos unimos en solidaridad a las miles de personas de todo el mundo que les piden que tomen las siguientes medidas:

1. Avanzar las provisiones en materia de responsabilidad que contempla el CMCT de la OMS durante la 10.a Conferencia de las Partes, que tendrá lugar en Panamá en 2023.

2. Proporcionar financiación a la Secretaría del CMCT de la OMS para:
-Proporcionar orientación técnica sobre la aplicación del artículo 19 del CMCT de la OMS, en el que se plasma la capacidad de los Gobiernos de hacer que las empresas nacionales y transnacionales de la industria tabacalera asuman su responsabilidad, enmarcado dentro de los preceptos del derecho internacional.
-Estructurar y formar mejores marcos para la cooperación internacional, como los regímenes de responsabilidad internacional.

3. Aplicar el artículo 19 del CMCT de la OMS y fomentar la responsabilidad en su países mediante la colaboración con organizaciones de la sociedad civil, académicos y expertos jurídicos locales (entre ellos, los firmantes que figuran a continuación), por ejemplo, entre otras, fomentando medidas fiscales, imponiendo medidas regulatorias corporativas que incluyan fianzas [6] y otras garantías financieras, imponiendo sanciones efectivas y disuasorias, adoptando mecanismos de compensación no judiciales o administrativos[7], y empleando el conjunto de herramientas de responsabilidad civil para entablar demandas por tabaco o actualizar las normas sobre demandas para permitirlo[8] (creado por un grupo de trabajo de expertos y adoptado por el órgano rector del CMCT de la OMS).

Al tomar estas medidas, con su audaz liderazgo, podemos acabar con los abusos de las grandes tabacaleras, proteger el planeta y salvar la vida de millones de personas.

Sinceramente,

1. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/tobacco
2. https://www.lung.org/quit-smoking/smoking-facts/tobacco-use-among-children
3. https://tobacconomics.org/files/research/523/UIC_Economic-Costs-of-Tobacco-Use-Policy-Brief_v1.3.pdf
4. https://exposetobacco.org/wp-content/uploads/Talking_Trash_EN.pdf
5. https://tobaccocontrol.bmj.com/content/31/2/313
6. https://www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/HRBodies/HRCouncil/WGTransCorp/Session6/LBI3rdDRAFT.pdf
7. https://ash.org/wp-content/uploads/2020/10/2-Tues_COP-Week-Webinar.pdf
8. https://untobaccocontrol.org/impldb/tobacco-control-toolkit/#/