Un estado genocida como Israel no puede participar en Eurovisión. La diversidad cultural que celebra este festival no es compatible con la masacre y la limpieza étnica que el Gobierno Netanyahu está cometiendo en la franja de Gaza, bombardeando sistemáticamente y dejando morir de hambre a la población palestina.

Por eso, solicitamos a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) que excluya de la participación de Israel en el Festival de Eurovisión. Este evento musical debería representar valores de unidad, paz y cooperación entre naciones, principios que se ven comprometidos ante el actual genocidio y la masacre de decenas de miles de civiles.

La UER ha establecido precedentes al suspender la participación en Eurovisión de países cuando sus acciones contradicen los valores fundamentales del festival, como ocurrió con Rusia en 2022. Eurovisión no puede actuar con un doble rasero.

La UER tiene que ser coherente demostrando que la música y la cultura pueden ser verdaderos vehículos para la paz y tiene que suspender la participación de Israel hasta que frene el genocidio, cumpla las resoluciones internacionales y respete los derechos humanos fundamentales de palestinos y palestinas.