Díselo a la EPA: No dejemos que la inyección de residuos de carbono envenene nuestro futuro
Dr. Earthea Nance, Region 6 EPA
En Texas se están realizando esfuerzos para ampliar los proyectos de captura y almacenamiento de carbono, o "CAC".
Este reciente esfuerzo por capturar y almacenar carbono supone un nuevo riesgo para las comunidades y su suministro de agua potable. La CAC implica la inyección de residuos de dióxido de carbono a alta presión en las profundidades de la tierra, en posos y tuberías bajo nuestras comunidades; y, de no efectuarse una supervisión adecuada, las fuentes subterráneas de agua potable (USDW) pueden contaminarse irreparablemente con ácidos fuertes y sustancias químicas nocivas como plomo, arsénico, etc.
La Comisión de Ferrocarriles de Texas, una agencia con historial persistente de pobre supervisión medioambiental está trabajando para obtener autoridad primaria de supervisión sobre proyectos de secuestro de carbono.
Le instamos a que firme la petición expresando su preocupación por la propuesta de la EPA de desarrollar aceleradamente proyectos de pozos de CAC en Texas sin una supervisión rigurosa ni una participación adecuada de la comunidad.
- Air Alliance Houston
- Chispa Texas
- Clean Water Action Texas
- Coalition for Environment, Equity, and Resilience
- Coalition of Community Organizations
- Coastal Bend Group, Sierra Club
- Commission Shift
- Environment Texas Research & Policy Center
- Fort Bend County Environmental Organization
- Healthy Gulf
- Houston Climate Movement
- Ingleside on the Bay Coastal Watch Association
- Livable Arlington
- Port Arthur Community Action Network
- Public Citizen Texas
- Texas Physicians for Social Responsibility
- Texas Public Interest Research Group Education Fund
- Turtle Island Restoration Network
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Dr. Earthea Nance, Region 6 EPA
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Como tejanos preocupados, instamos a la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) a que rechace la solicitud de la Comisión de Ferrocarriles de Texas (RRC) de Autoridad Primaria de Ejecución ("Primacía") sobre los pozos de inyección de dióxido de carbono de Clase VI. Los pozos de inyección de dióxido de carbono suponen graves riesgos de seguridad para las personas y las aguas subterráneas, especialmente bajo la supervisión de la RRC, que tiene un amplio historial de mala gestión de pozos de inyección.
Si se concede la primacía a RRC, las fuentes subterráneas de agua potable actuales y venideras estarán en peligro de contaminación más allá del uso humano. Sin una supervisión adecuada de la inyección y el almacenamiento de carbono, puede producirse la acidificación del agua, contaminando las fuentes subterráneas de agua potable con sustancias químicas nocivas como plomo, arsénico y otras.
La RRC ha demostrado ser una agencia de supervisión y ejecución poco efectiva. En la actualidad, los pozos de petróleo y gas, tanto modernos como antiguos, están contaminando la tierra, el aire y el agua en todo Texas, probablemente debido a la influencia de los pozos de inyección de clase II. Varios otros problemas institucionales suscitan gran preocupación respecto a la Primacía del CRR:
1. Normas de taponamiento obsoletas: Las normas obsoletas de la RRC han dado lugar a cientos de miles de pozos sin tapar en Texas con operadores activos, y a una lista cada vez mayor de pozos huérfanos. Los propietarios de tierras y las jurisdicciones locales de todo el estado están descubriendo que muchos pozos sin tapar tienen fugas y amenazan los suministros de aguas subterráneas, y la RRC no está actuando suficientemente rápido para garantizar que los pozos se taponen correctamente. Los pozos de inyección subterráneos de Texas se están conectando con estos pozos sin tapar, provocando fugas y estallidos en la superficie y amenazando la calidad de las aguas subterráneas y del suelo.
2. Bases de datos peligrosamente defectuosas: La RRC ha gestionado mal los datos fundamentales para informar sobre la protección de las aguas subterráneas. Esto incluye los datos utilizados para definir las fuentes subterráneas de agua potable y para localizar los pozos destapados e identificar a sus propietarios. La falta de información o su inexactitud pueden provocar la acidificación de las aguas subterráneas, la contaminación por metales pesados o la explosión de pozos.
3. Respuesta insuficiente: La RRC ha mostrado unos tiempos de reparación deficientes con sus responsabilidades actuales; ha fracasado de forma rotunda en la ejecución de los programas actuales de control y cumplimiento de la normativa; y carece de la capacidad o los recursos propios como agencia para gestionar estos programas de gran magnitud y mayor envergadura de control de la inyección subterránea y protección de las aguas subterráneas.
4. Acceso mínimo y consideraciones de equidad: La RRC ha minimizado durante mucho tiempo las oportunidades de participación de la comunidad, incluyendo el acceso lingüístico, y la consideración de los impactos acumulativos sobre el medio ambiente y la salud para las comunidades de bajos ingresos y de color. Algunas comunidades han informado haber gastado hasta seis cifras para protestar contra las solicitudes de permisos ante la RRC porque la comisión ha permitido modificaciones ilimitadas de las solicitudes.
5. Los responsables de la toma de decisiones son parciales: No se puede confiar en que la RRC tome decisiones acertadas que promuevan el bien público, dada la defectuosa estructura de rendición de cuentas de la agencia. Los comisionados de la RRC tienen intereses financieros personales en las mismas empresas que supervisan, y no se han abstenido de participar en las decisiones sobre estas empresas. No podemos permitirnos confiar nuestra seguridad actual y futura en materia de agua potable a esta agencia «privadas».
Pedimos a la EPA que garantice la seguridad de las aguas subterráneas de Texas y que niegue a la Comisión de Ferrocarriles de Texas cualquier solicitud de autoridad de ejecución adicional hasta que puedan demostrar que son fiables en el ejercicio de la responsabilidad de ejecución que ya tienen.