Queremos trabajar, pero no queremos morir.

Como muchos en los EEUU y especialmente en el Sur, estamos batallando para sobrevivir. Entendemos su deseo de reabrir nuestro estado ya que regresar a trabajar nos permitiría poner comida en nuestras mesas y contar con un techo; sin embargo no podemos sobrellevar el daño que esta decisión causará a nuestra salud y a nuestras familias. No debemos estar forzados a escoger entre proveer para nuestras familias y exponernos a nosotros y a nuestros seres queridos a una enfermedad que puede ser mortal.

A partir del 26 de Abril 24,631 Tejanos han resultados positivos de COVID-19, 648 han fallecido y con pruebas limitadas los números pueden ser mucho más altos. Estudios demuestran que COVID-19 es más mortal entre las comunidades Afroamericanas y Latinas donde muchos padecen de condiciones como la presión alta, diabetes y asma. Estas mismas comunidades están sobrerepresentados en los trabajos de bajos salarios con escasos recursos y sin poder recurrir a recursos financieros.

Los trabajadores esenciales mantienen a nuestra economía mientras se exponen al virus. Por lo menos un millón de residentes Tejanos quedan fuera de la ayuda financiera federal debido a su estatus legal. Personas de color, quienes representan la mayoría en las poblaciones encarceladas, enfrentan un alto riesgo de exponerse a y contagiarse de COVID-19 en las cárceles y prisiones -- ya más de 900 presos han resultados positivos.

El impacto de la crisis de COVID-19 también pone en juego a nuestra democracia, el estado de Texas nos ha fallado en proporcionar una manera segura para que los votantes puedan participar en las elecciones que vienen, y el estado se ha opuesto a esfuerzos locales.

Reabrir el estado en estas condiciones significa poner en riesgo el bienestar de las familias, los trabajadores, y los consumidores.

Aunque estamos en contra de reabrir, como líder de nuestro estado usted tiene el deber de tomar acción para minimizar el daño que viene, en particular para las familias trabajadoras y personas de color.

Nosotros exigimos que el pueblo sea protegido de las consecuencias económicas y de salud de COVID-19.

Primero, exigimos el Justicia para las Familias -- todas las personas merecen los recursos para sus necesidades básicas. Necesitamos alivio financiero de emergencia, una cancelación de los alquileres e hipotecas, no desconectar ni cancelar servicios públicos, cuidado médico y chequeos gratis para ayudar con una parte de nuestro sufrir y para permitirnos darle prioridad a nuestra salud y seguridad. Este alivio financiero tiene que incluir a todos, principalmente a las millones de personas que quedaron fuera de la ayuda federal conocido como el acta CARES.

Segundo, exigimos que todos los trabajadores esenciales sean protegidos en sus trabajos. Merecen un pago extra por el riesgo que asumen, seguro de salud, equipo de protección personal proveído por sus empleadores, y cumplimiento riguroso y proactivo de estándares de distanciamiento social en los lugares de trabajo. Personas que reportan situaciones inseguras en el trabajo, requieren protección de represalias.

Tercero, exigimos días de enfermedad pagados de emergencia para todos los empleados. Enfermarse o cuidar a un ser querido enfermo no debe poner en riesgo a las familias. Necesitamos una licencia por enfermedad pagada de emergencia garantizada para aquellos que no pueden trabajar temporalmente, independientemente del tamaño del empleador y si el trabajo es a tiempo de tiempo medio, temporal, con propina o si trabajar por tu cuenta. Todos los trabajadores también necesitan acceso a indemnización por despido y seguro de desempleo.

Cuatro, exigimos una reducción de las poblaciones encarceladas. Los individuos detenidos en cárceles, prisiones o centros de detención tienen están más expuestos y son más vulnerables están entre los más vulnerables debido a que estos lugares están muy poblados. Apenas nos estamos enterando de el número de casos de COVID-19 que están incrementando, en los centros de detención y la falta de medidas de prevención solo indica que debemos esperar peores condiciones. Exigimos una reducción en las poblaciones encarceladas través de una liberación por compasión de las cárceles y centros de detención, la eliminación de fianzas monetarias, una reducción en los arrestos con la excepción de casos cuando es absolutamente necesario, y un paro total de la ley SB4 y el uso de órdenes de detención de ICE.

Finalmente, exigimos que usted, Gobernador, proteja a nuestra democracia. Para poder asegurar que los votantes tengan la oportunidad de participar totalmente en nuestra democracia, necesitamos hacer lo posible para que los procesos democráticos sean disponibles/ accesibles por internet y no en las calles. Para poder lograr esto, exigimos el voto por correo universal y el permiso de registrar nuevos votantes por internet.

Usted espera que regresemos al trabajo, pero no está haciendo nada para asegurarnos de que tengamos protecciones de seguridad, acceso a cuidado infantil o seguro de salud si nos enfermamos. Las personas en primera fila (trabajadores de la salud, trabajadores de la construcción, trabajadores de servicios) hacen posible que el resto nos quedemos en casa, pero estos trabajadores corren con el mayo de riesgo de exposición. Lo responsabilizamos por protegerlos.

Somos trabajadores, mujeres, hombres, queer y personas trans, jóvenes y adultos mayores, inmigrantes, estudiantes y jubilados, y Texas es nuestro hogar. Nuestras familias, vecinos, trabajadores, comunidades no son desechables. Nosotros sus constituyentes, sabremos es usted tendrá la culpa cuando las hospitalizaciones y muertes incrementen si no toma acción para cuidar de el bienestar de todos mientras el estado reanuda actividades.