The Trump administration’s plan to gut federal support for public schools and give tax cuts to billionaires at the expense of loans for students to make college affordable and health care services for those who need it the most (including disabled children) sends a terrible, symbolic message. It tells working families across the country that the federal government doesn’t really care about their – or their children’s futures. I urge you to vote against any bill that would allow for reckless tax cuts for the wealthiest Americans or close or defund programs in the Department of Education (ED).

Those are not the solutions families voted for.

Ending support for federal education programs would mean no support for low-income children in rural, suburban and urban areas. Ending support for federal education programs would mean no services for kids with disabilities denying them their right to a free and appropriate education. Ending support for the federal education programs would prevent making career and technical education a real opportunity for many high school students. It would also end the federal role in ensuring young adults become the first in their families to go to college. Ending support for Medicaid would take health care coverage from 10.3 million Americans.

If you are interested in the success of the next generation and believe in opportunity for all children, I urge you to vote against any bill that would abolish the U.S. Department of Education or cut funding for programs to pay for tax cuts for the wealthiest Americans.

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El plan de la administración Trump para eliminar el apoyo federal a las escuelas públicas y dar ahorros contributivos a los multimillonarios, envía un mensaje terrible y también simbólico, a costa de los préstamos estudiantiles que hacen que la universidad sea accesible y de los servicios de salud de los más vulnerables - incluyendo niños con diversidad funcional). Les dice a las familias trabajadoras de todo el país que el gobierno federal no se preocupa realmente por ellos ni por el futuro de sus hijos. Le exijo que rechace y vote en contra de cualquier proyecto de ley que permita recortes fiscales irresponsables para favorecer a los estadounidenses más ricos o que cierren o eliminen programas del Departamento de Educación de los EE.UU.

Estas no son las soluciones por las que votaron las familias estadounidenses.

Poner fin al apoyo de los programas federales para la educación significaría eliminar el respaldo para niños de bajos ingresos en comunidades rurales, suburbanas y urbanas. También significaría acabar con los servicios para niños con diversidad funcional, negándoles su derecho a una educación pública, gratuita y adecuada. Terminar con estos programas federales eliminaría oportunidades reales de educación técnica y vocacional para muchos estudiantes de escuela superior. Además, pondría fin al rol del gobierno federal en asegurar que jóvenes de familias trabajadoras sean los primeros en sus familias en tener acceso a una educación universitaria. Poner fin al apoyo a Medicaid dejaría sin cobertura médica a 10.3 millones de estadounidenses.

Si usted cree en el éxito de la próxima generación y en crear oportunidades para todos los niños, le insto a votar en contra de cualquier proyecto de ley que elimine el Departamento de Educación de los EE.UU. o que recorte los fondos de programas educativos para financiar los ahorros contributivos de los más ricos.